April 22, 2006

NOSOTROS, HIJOS DE ESTANISLAO


Nosotros, hijos de Estanislao,

al colocar en esta piedra nuestro dolor

se nos rompieron los huesos,

se nos humedeció el corazón,

y se nos hizo un socavón ciego en el pecho,

fuimos entonces ¡ tan tristes!

Y fuimos entonces ¡ tan mineral!

Luego de enterrar nuestros muertos,

seguimos abriendo camino hacia la noche,

rompimos piedras, estrellas, lunas y años

(se nos rompieron los huesos)

Muchos de nosotros aquí fueron quedando,

en el fondo desolado de la mina,

en el universo vertical de los piques,

en el beso agotador de las buitras,

en el disparo que dio su beso de Judas,

en el planchón que cayo con el mundo,

en el metalero y su trueno terrible,

en la galería que no soporto su propio cansancio,

en el drift que dio su más caro metal,

y en el día de un año, al morir el otoño

cubierto de hojas y lunas,

¡355 veces se nos murió el corazón¡

April 05, 2006

ESTANISLAO TAPIA


Estanislao Tapia,

nació de tierra simple

por eso fue árbol sencillo,

su pelo nocturno olía al quillay

y sus manos al oxido de los nogales.


Por la orilla vertical del silencio

subiendo paso a paso va la tarde,

mientras un trozo de noche alada

su reino vigila desde lo alto.


Junto con la tarde sube Estanislao,

Sube el monte con su overo

Siguiendo la huella del puma

que duerme piedra adentro,

en su alto reino de cumbres

donde el viento da su evangelio.


El cóndor arreó su nombre,

como un río que nace

al pie húmedo de las estrellas:

y en la zampoña de la tarde

se alzó la voz del viento:

-¿ Adónde vas Estanislao

cabalgando en tu fiel overo?

¿Buscas un pedazo de luna

o de un amor vas huyendo?-

- Allá arriba hay un sueño

que espera ser despertado.

No es el viento entre las piedras,

no es el agua en su remanso,

no es el rugido del puma,

son las hojas de un árbol;

es lo metálico de un trueno

que escondido esta llamando.

El corazón herido tengo

por uno de hembra negado,

voy a la soledad de las cumbre

con algo de cielo a matarlo.

No sé escribir ni mi nombre,

pero sé lo que dice el viento,

y la hojarasca del álamo

o lo que en una estrella va ardiendo.


“Sube Estanislao la quebrada

única sombra en el tiempo,

pisando la hierba del crepúsculo,

entra la noche al Cerro Negro.”


En la madrugada su fogata

es la más sola en el cerro.

Y mientras dormía su corazón

soñaba con corazones mineros.”

Walter Pineda

2006

ABRIENDO SURCOS...LIMANDO VIENTOS



A estos montes vino el hombre a cavar el alba.

Aquí primero las manos se rompieron.

Aquí la sangre entrego su tesoro intacto

para encender cual astro intocado

el nombre equinoccial de un sueño.

¡Si pudiera abrirte el corazón con una sola mirada!

¡ Si pudiera juntar en uno solo todos los nombres!

Si pudiera encender una lámpara para leer aquellas vidas,

como si se pudiera beber, en el cáliz del lucero,

de un solo golpe todas las estrellas!

Aquí, en estos socavones lunares y terrestres

el sudor fue manantial bendito.

Aquí, en el foso negro de las buitras

cupo vertical el tiempo amargo,

y cuando el hombre se canso

de romper piedras con su propia vida,

pudo el silencio escribir en su pecho.

Walter Pineda

2006

SUEÑO PROFUNDO


¿En qué profundo sueño la sangre arde?

¿Qué raíces genitales, qué crepúsculos,

qué dioses desnudos, qué cóndores,

qué trueno rojo clavó aquí su espada,

qué dolor fue llamado en voz alta,

qué sombra iracunda, qué copa fue derramada,

qué luna viuda lloro aquí su abandono,

qué tristeza sola, qué tumba dio sus huesos,

qué nebulosas fueron invocadas

para sacar del costado de Dios, el cobre?

Walter Pineda

2006